Como
resultado de un intenso proceso de revisión y actualización del currículo
vigente desde 1995, en el presente año 2013 el Ministerio de Educación de la
República Dominicana ha puesto en manos de maestros, maestras y de la comunidad
educativa en general un nuevo diseño curricular para fines de retroalimentación
y validación durante año escolar 2013-2014.
Según
el propósito que preside el nuevo diseño, éste está llamado a impactar
positivamente la escuela dominicana, pues "responde a la necesidad de
contribuir al fortalecimiento de la calidad de la educación dominicana,
adecuándola a las condiciones y a los retos de la sociedad y del conocimiento
en el siglo XXI", tal como se lee al inicio del documento Bases de la
Revisión y Actualización Curricular.
Es
de esperarse, pues, el inicio de un período en la educación del país, de un
nuevo contexto educativo, inaugurado no sólo por la puesta en vigencia del
nuevo diseño curricular, sino sobre todo por el hecho que en este año por
primera vez la inversión en educación alcanza el nivel de un 4% del Producto
Interno Bruto, y que en estos momentos se trabaja en la elaboración de un pacto
educativo con la participación de amplios sectores de la sociedad.
En
ese marco se sitúa la mayor innovación en términos psicopedagógicos del nuevo
diseño curricular: la educación por competencias. Y desde este momento, todos
los actores han de ocuparse en la aplicación efectiva de ese enfoque, pues
concretamente sobre él descansan las promisorias perspectivas de mejorar la
calidad de la educación y así cumplir con el propósito que sirvió de motivación
a la reforma curricular.
La
educación por competencias es una novedad oficializada en nuestro país desde
este año, pero es un enfoque ya en uso en números países, no sólo en la
educación técnico-profesional, sino también en la educación general y básica.
No viene al caso referirse a la historia del concepto y de su aplicación, baste
por decir que desde hace años, todos los países de la Unión Europea adoptaron
ese enfoque en sus sistemas educativos.
En
nuestro país, el currículo vigente desde 1995 se apoyaba en el enfoque de
aprendizaje de contenidos en todas las áreas curriculares, salvo en Lengua
Española y en las lenguas extranjeras, inglés y francés, que compartían las
mismas orientaciones: el enfoque funcional y comunicativo y el aprendizaje por
competencias.
La
principal novedad del diseño curricular actual es la adopción del concepto de
competencia como componente principal válido para todas las áreas, los niveles,
los sistemas y los subsistemas, el cual sustituye los conceptos de propósito y
de contenido, los cuales eran los componentes principales del diseño de 1995.
La
educación por competencias en República Dominicana es una decisión que
celebramos quienes desde hace años somos partidarios de ese enfoque.
Entendíamos y entendemos que ese enfoque es mejor que el anterior: el
aprendizaje girará en torno al desarrollo de las capacidades de los estudiantes
y al desempeño de éstas en los diversos contextos de aplicación, escolar y
social, adquiridas no solo en base a las áreas curriculares sino como el
resultado de la integración y articulación de competencias más generales y
transversales, así como de ejes, grandes temas y proyectos.
Dicho
eso, hay que entender que ningún documento curricular por sí solo tiene la
virtud de cambiar la educación de un país. El diseño curricular emanado del
Plan Decenal de Educación de los años 90 ha sido considerado por especialistas
nacionales e internacionales como una de las mejores propuestas educativas de
América latina.
Toda
innovación acarrea ventajas y desventajas . Las ventajas del nuevo diseño
curricular son:
1.
Mayor significatividad y funcionalidad en los aprendizajes
2.
Mayor creatividad e innovación en el proceso educativo
3.
Mayor adecuación a las situaciones y a las necesidades de los alumnos y de la
sociedad
4.
Mayor integración de las diversas capacidades, las destrezas y las habilidades
así como de las áreas disciplinares
5.
Mayor equidad en la elevación de la calidad de los aprendizajes de los alumnos
Las
dificultades que identificamos son los retos que hay que vencer para la
ejecución de ese modelo:
1.
Mayor complejidad en la conceptualización y en la ejecución del modelo educativo
2.
Más y mejores actitudes de todos los participantes en el proceso educativo
3.
Mayores condiciones a satisfacer en término de capacidades y recursos
4.
Mayor integración y articulación de todas las instancias
5.
Más eficacia en el seguimiento y la evaluación de cada uno de los actores y en
las diferentes etapas del proceso para garantizar el resultado final esperado.
El
nuevo diseño curricular basado en competencias se inaugura en una situación que
se caracteriza, en cuanto a la calidad, por el bajo rendimiento de los
estudiantes. Los diagnósticos y las evaluaciones nacionales e internacionales
de estos últimos años concluyen en el bajo nivel de aprendizaje del
estudiantado dominicano en lectura, matemáticas, ciencias y formación cívica y
ciudadana.
Entre
las variables principales causantes de esos resultados el diseño curricular
ocupa un lugar insignificante. Las principales son: El ambiente escolar, la
baja formación de los maestros; las deficiencias de los materiales educativos;
y las deficiencias de la gestión educativa, y particularmente pedagógica: falta
de planificación o de programación, de ejecución o aplicación del currículo, de
supervisión o acompañamiento, monitoreo y evaluación.
En
realidad, si no se conjugan los diversos factores decisivos del proceso
educativo, comenzando por la gestión, no existe posibilidad de que el nuevo
diseño curricular contribuya a la mejoría de los aprendizajes de los
estudiantes. En ese sentido, proponemos priorizar las siguientes medidas:
1.Fortalecer
la gestión curricular en los centros educativos, dotándolos de directivos y
docentes capaces, planificación y proyectos de centros y recursos suficientes y
apropiados de diversas índoles: financieros, físicos, didácticos, de manera que
se pueda crear un ambiente escolar propiciador de un aprendizaje digno y
eficiente.
2.
Divulgar el nuevo currículo en la comunidad educativa, principalmente entre los
maestros, a fin de que se conozca y pueda servir de referente normativo para
las acciones en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
3.
Proceder sin tardanza a la formación y la capacitación de los maestros en las
competencias, los contenidos y las metodologías del nuevo currículo; a la
elaboración y aplicación de programas de clase; y a la confección de nuevos
libros de texto y otros materiales educativos adecuados al currículo.
4.
Establecer una rigurosa supervisión en las escuelas para dar seguimiento a la
aplicación del currículo, identificar y sistematizar las necesidades, los
problemas, los logros y resultados y tomar oportunamente las acciones
pertinentes de mejora del proceso educativo.
El
éxito en la educación no se debe a fórmulas maravillosas. En otros países y en
el nuestro, ayer y hoy, los logros obtenidos, pocos o muchos, no han sido el
fruto, en lo esencial, de las bondades del currículo, sino de la buena gestión
del sistema educativo en su conjunto.
Los
enfoques curriculares por ser nuevos o modernos, viejos o antiguos, no están
dotados de un poder encantador, no producen resultados, sin una voluntad de
gestión que logre su concreción pura y simple y su eficaz aplicación.